Los más peques de la casa siempre son los más vulnerables, por ello la sección de Odontopediatría debe ser tratada con delicadeza, contrastando datos y preguntando al especialista si es necesario para corroborar información. Para este tratamiento es importante que en cada clínica exista un/a odontopediatra encargado en especial de este sector poblacional.
Se recomienda que la primera visita de un bebé al dentista sea antes de cumplir los 2 años, cuando hayan salido los primeros dientes, pero son pocos los padres que siguen estas directrices. Por tanto, es importante insistir en ello e informar de qué riesgos existen de no seguir las indicaciones de un dentista. Nuestra labor es hacer ver que un niño no debe temer al dentista, sino incorporar su salud oral como una parte más de su salud general.
